Dos días después del hundimiento del Moskva (Moscú), el buque insignia de la Armada rusa en el mar Negro, las fuerzas rusas han vuelto a bombardear Kiev y Lviv, y luchan en el puerto y una fábrica siderúrgica por controlar definitivamente la estratégica ciudad de Mariupol, en el sudeste del país. Es la respuesta del Kremlin a su mayor revés militar desde que el pasado 24 de febrero lanzara su ofensiva contra Ucrania.
En la capital, Kiev, ha regresado el sonido de las alarmas antiaéreas, tras días en los que cada vez más vecinos salían a la calle y los avisos de posibles bombardeos se habían vuelto anecdóticos. Se han podido oír en varias ocasiones entre la noche del jueves y la mañana de este sábado, en la que el alcalde, Vitali Klitschko, ha confirmado en su canal de Telegram un ataque en la madrugada en el distrito de Darnitskii, en las afueras de la ciudad. El bombardeo ha destruido varios edificios de una planta de producción de vehículos acorazados, ha informado la agencia rusa Interfax citando al Ministerio de Defensa ruso, que precisa que se emplearon armas de largo alcance y alta precisión. El alcalde de Kiev, que no ha informado aún de víctimas, ha pedido a la población que no ignore las alarmas antiaéreas y ha insistido a los ciudadanos que huyeron al comenzar la guerra que no regresen. “Les pido que se abstengan de volver y se queden en lugares más seguros”, ha afirmado.
En la más tranquila Lviv ―en el oeste del país y donde viven numerosos desplazados de zonas más castigadas de Ucrania― se han oído explosiones este sábado. El responsable de la Administración Militar Regional de Lviv, Maksym Kozytskyi, ha señalado más tarde en su cuenta de Telegram que la Fuerza Aérea ucrania interceptó cuatro misiles de crucero lanzados sobre la zona por cazas rusos.
La ofensiva también continúa en el sur y en este. En Járkov, la segunda ciudad del país, siete personas ―entre ellos un niño― murieron y 34 resultaron heridas el viernes en un bombardeo contra un edificio residencial, según las autoridades municipales. En la cercana Mikolaiv ha sido bombardeado un taller militar, según la agencia rusa Interfax.
Además, la asediada Mariupol, a orillas del mar Negro, fundamental en la campaña militar emprendida por el presidente Vladímir Putin, sufre los embates de las fuerzas rusas. En la zona del puerto, las unidades rusas han lanzado operaciones de asalto y han empleado por primera vez bombarderos de larga distancia Tu-22H3, según aseguró el viernes el portavoz del Ministerio de Defensa ucranio, Oleksandr Motuzianik. El portavoz señaló entonces que aún había “combates activos” alrededor de Ilich ―que Rusia asegura controlar ya―, una de las dos plantas metalúrgicas de la ciudad y escenario de los combates más duros de las últimas semanas. El Gobierno ucranio ha desmentido las informaciones rusas sobre su conquista.