Donald Trump describió el tiroteo más reciente en una escuela de EE. UU. como una "atrocidad salvaje y bárbara", pero criticó a quienes han pedido leyes de armas más estrictas.
El expresidente de Estados Unidos fue orador invitado en la convención en Houston de la Asociación Nacional del Rifle, un grupo de derechos de armas.
La convención se realizó apenas unos días después de que 19 niños y dos maestros asesinados a balazos en una escuela primaria de la ciudad de Uvalde, Texas.
El ataque a la escuela se produjo 10 días después de un tiroteo en Buffalo, Nueva York, que dejó 10 muertos. Las dos tragedias son las últimas de una larga serie de asesinatos en masa para intensificar el debate sobre las leyes de armas.
Trump dijo: "El terrible asesinato de 19 niños inocentes y dos maestros adultos, con muchos gravemente heridos, fue una atrocidad salvaje y bárbara que conmociona la conciencia de todos los estadounidenses, tan horrible".
Luego pidió un "breve momento de silencio mientras leía los nombres de estas hermosas personas", antes de recitar una lista de las víctimas de Uvalde, cada nombre seguido por el repique de una campana.
Pero, como muchos de los otros oradores de la convención, Trump se negó a ver alguna conexión entre sus muertes y la facilidad con la que Salvador Ramos, de 18 años, pudo acceder al rifle semiautomático estilo AR-15 que los mató.
Criticó el "desfile ahora familiar de políticos cínicos que buscan explotar las lágrimas de las familias que lloran para aumentar su propio poder y arrebatarnos nuestros derechos constitucionales" y el "esfuerzo grotesco de algunos en nuestra sociedad de usar el sufrimiento de otros para promover sus propios agenda política extrema".
Describió su "prisa por desviar la culpa de los villanos que cometen actos de violencia masiva" y "poner esa culpa sobre los hombros de millones de ciudadanos pacíficos respetuosos de la ley que pertenecen a organizaciones como nuestra maravillosa NRA".
Agregó: “Cuando (el presidente de EE. UU.) Joe Biden culpó al lobby de las armas, estaba hablando de estadounidenses como usted. Esta retórica es altamente divisiva y peligrosa y, lo más importante, está mal y no tiene cabida en nuestra política”.
Trump también dijo que debería ser más fácil confinar a personas "violentas y con trastornos mentales" en instituciones, aunque Ramos no tenía antecedentes penales ni antecedentes de enfermedad mental.
También presionó por la eliminación de las zonas escolares libres de armas, diciendo que esto dejaba a las víctimas sin forma de defenderse.
Él dijo: "Como dice el viejo refrán, la única forma de detener a un tipo malo con un arma es un tipo bueno con un arma.
"La existencia del mal es una de las mejores razones para armar a los ciudadanos respetuosos de la ley".
Mientras hablaba, unos 500 manifestantes se pararon fuera del salón, algunos con pancartas y gritando: "NRA, vete" y "lástima, podrían ser tus hijos hoy".